Daniela González: "Nadie se imagina una fiesta sin una banda detrás"

En Fallas la actividad de las bandas valencianas se incrementa notablemente.Sí, así es. Recuerdo de más joven la ilusión de ir a tocar a las Fallas. Y nos dábamos unas palizas… A las siete ya estabas tocando en la despertà, pero daba igual. Esa ilusión de salir del pueblo… Piensa en un niño de 8 o 9 años que se va a tocar con la banda: es una aventura muy bonita. Creo que es algo muy motivador que los músicos esperan durante todo el año y, a nivel económico, supone una inyección de dinero muy importante para las sociedades musicales.

¿Qué pasodobles no pueden faltar en estas fiestas?Por supuesto, El fallero y Valencia son imprescindibles, esos dos no pueden faltar, son muy característicos de las Fallas. Pero también suenan mucho Amparito Roca, Paquito El Chocolatero, Tercio de Quites, El tío Ramón…

¿La sociedad es plenamente consciente de que la música forma parte del ADN de la Comunitat Valenciana?Sí, porque desde hace unos años las sociedades musicales están dando a conocer la importancia que tiene en nuestra tierra. El 95% de las localidades con más de 500 habitantes de esta comunidad tienen banda de música, por lo que la vertebración del territorio es brutal. Somos 47.00 músicos. Estamos en casi todas partes.
Siempre decimos que somos tierra de músicos, los políticos también han comprado ese lema. Somos tierra de música y de músicos, entre muchas otras cosas. Y hemos puesto en valor ese potencial. Somos un referente turístico, porque nadie se imagina ninguna fiesta en nuestra autonomía sin una banda detrás. Es impensable. Las tradiciones y las fiestas, sí o sí, llevan una banda de música detrás siempre.

¿Y en Fallas se palpa este reconocimiento público?Yo creo que sí, cada vez más. De hecho, las bandas han sido declaradas Bien de Interés Cultural por la Generalitat Valenciana y Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial por el Gobierno de España, dos reconocimientos muy importantes. Además, todo el mundo se para y aplaude cuando pasa una banda. Tienen ese reconocimiento tanto institucional como social.

¿Hay alguna normativa o protocolo para los actos?Hay un protocolo no escrito, pero existe. Forma parte del ADN de cada banda. Debe haber un número mínimo de músicos, bien formados, con el correspondiente traje y es imprescindible mantener una actitud correcta y cuidar el repertorio para que sea coherente con cada acto.

¿Cuánto daño diría que hacen las charangas?Una banda no puede jugar al mismo nivel que un grupo de siete u ocho personas que no pagan impuestos, que no están dados de alta… No estamos jugando con las mismas condiciones. Ellos pueden cobrar menos, pero una banda es mucho más, realiza otras actividades. Y eso es un problema para nosotros.
Desde la FSMCV estamos firmando convenios con todas las grandes fiestas de la Comunitat Valenciana. Ya hemos firmado con Fogueres y hemos empezado a hablar con la Junta Central Fallera para que al menos los actos principales no se devalúen, porque cuando ves por la tele que están haciendo una ofrenda y que van personas con un megáfono y medio disfrazados... No es serio.
Ni es serio ni creo que aporte nada positivo a la fiesta. Las Fallas son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y las bandas también formamos parte de ese reconocimiento de la UNESCO.

¿Habéis recibido quejas por este tipo de agrupaciones?Sí, y no hay más que fijarse en las redes sociales en Fallas. Entiendo que las comisiones tienen el dinero que tienen, pero de lo que estamos hablando es de que por lo menos en esos actos principales vayan bien vestidos, igual que las comisiones van bien vestidas y ordenadas, para que la visibilidad sea positiva y estemos a la altura de la distinción que nos ha concedido la UNESCO.

¿Cómo podría transmitirse mejor el valor de la música de banda?En la FSMCV tenemos muchas iniciativas al respecto. En estos momentos tenemos 75 proyectos relacionados con esto. Por ejemplo, hemos conseguido la marca colectiva de Músicos con Denominación de Origen y estamos poniendo en valor lo que representan nuestros músicos, tanto dentro como fuera de la Comunitat Valenciana. Porque, al final, son nuestros mejores embajadores culturales y además estamos exportando nuestro talento cultural.
Además, todas las grandes orquestas del mundo cuentan con valencianos. Se trata de dignificar al músico y sus actuaciones a todos los niveles, de la misma forma que el músico tiene que saber estar y mostrar la máxima profesionalidad.

¿Cómo es la vida dentro de una banda?Las bandas son como una segunda familia porque creces como músico, pero también como persona, aprendiendo muchos valores. Como músico lo vivo como un lugar seguro donde crecer, donde la edad y la posición social no importan. Todos somos iguales y se crea un cariño de familia, un vínculo muy especial. Y todos los músicos tienen ese orgullo de pertenecer a su sociedad musical. Crecer dentro de una de ellas y poder vivir y convivir siempre con esos valores… Lo estoy contando y se me pone la piel de gallina.